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En los meses de calor, ¿Qué mejor que disfrutar de una bebida refrescante? Y si eres amante del té, seguramente ya has escuchado sobre el té infusionado en frío. Hoy, te explicaré cómo prepararlo y cuáles son los tipos de té más recomendados para esta técnica.

Primero, ¿Qué es el té infusionado en frío? A diferencia de la infusión tradicional, en la que se utiliza agua caliente para extraer los sabores y nutrientes del té, el té infusionado en frío se hace con agua fría o a temperatura ambiente. Esta técnica permite que los sabores se desarrollen lentamente, sin que se liberen los taninos que pueden dar un sabor amargo al té.

Para preparar el té infusionado en frío, necesitas:

• Una jarra de vidrio o plástico con tapa
• Filtro de té o bolsitas de infusión
• Agua fría o a temperatura ambiente
• Té de tu elección

Los pasos a seguir son sencillos:

1. Llena la jarra con agua fría o a temperatura ambiente, dependiendo de tus preferencias.
2. Añade el filtro de té o las bolsitas de infusión al agua.
3. Tapa la jarra y deja reposar en el refrigerador durante al menos 8 horas, pero idealmente 12 horas o toda la noche.
4. Una vez que ha pasado el tiempo de infusión, retira las bolsitas o el filtro de té y sirve.

Ahora, ¿Cuáles son los tipos de té más recomendados para esta técnica? Aquí te dejo algunas opciones:

1. Té verde: El té verde es una excelente opción para el té infusionado en frío. Su sabor ligero y fresco se intensifica en frío y se combina bien con frutas cítricas o hierbas frescas.

2. Té blanco: El té blanco es un té suave y delicado que es ideal para beber infusionado en frío. Sus sabores florales y afrutados se complementan con frutas como el melocotón o la manzana.

3. Té de hierbas: Los tés de hierbas son una gran opción para el té infusionado en frío. Al no contener cafeína, son ideales para beber durante todo el día. Puedes experimentar con diferentes sabores, como la menta, la lavanda o la rosa.